Sería genial si el corazón funcionara como un GPS: "Recalculando ruta... evitando friend zone". Por desgracia, las relaciones humanas no son atractivo exclusivo tan fáciles. Este dilema emocional, en el que el afecto no es recíproco, ha confundido a innumerables corazones. Veamos por qué sucede y cómo evitarlo, las razones que lo provocan y las estrategias para salir.
¿En qué momento pasamos de pretendiente a amigo?
Ese concepto define el desafortunado destino de quienes desarrollan interés romántico por alguien que solo ve una gran amistad. Suele comenzar con charlas eternas, consejos amorosos y, en casos extremos, ayuda en mudanzas pesadas. Uno sueña con momentos especiales, mientras el otro solo ve apoyo incondicional. Este es el origen del problema.
¿Hay una salida para la friend zone?
No hay una receta mágica, pero siempre se puede intentar. Marcar intenciones claras desde el primer momento evita malentendidos. Actuar con seguridad y coqueteo puede evitar la zona de amigos. Si la otra persona no siente lo mismo, es mejor aceptarlo rápidamente.
Resumen
Ser amigo de alguien es valioso si la expectativa es sincera. Nadie merece quedarse en una dinámica que no le hace feliz.